Ween: Una banda "única"



Puede que empiece a perder algo de credibilidad cuando alguien se de cuenta de que casi cualquier artista sobre quien escribo un "feature", termina siendo descrito por mi persona, como "poseedor de un sonido único". Seré fácil de señalar, y bien, puede que un diccionario de sinónimos no me vendría mal para ampliar mis descripciones. Sin embargo, también me veo obligado a defenderme, diciendo que para que escriba un feature sobre un artista, es porque en serio lo merecen (NOTA: no confundir mis features con los muchos nunca terminados proyectos).

Y bueno, tanta discusión y aquí voy otra vez, pues realmente la banda Ween no puede ser mejor descrita que por el calificativo de "único". Últimamente en mi blog, nos hemos dedicado a celebrar la reunión de artistas que en mi opinión, aún pueden aportar algo al panorama musical (Stone Roses, Afghan Whigs). Pero ahora toca el caso contrario, pues es el recientemente anunciada separación de la banda lo que ha provocado que hoy repasemos sus 25 años de carrera, con especial atención en los mediados de los 90s, período en el que nos obsequiaron sus dos mejores obras.

Ween - Push th' Little Daisies (1992)


Desde los inicios de la banda, allá por 1984 , Ween no se trató más que de dos tipos divirtiéndose al máximo, haciendo lo que más les gustaba, música sin reglas y sin pretensiones de ser del gusto del público. El tiempo eventualmente transformó a Ween en una banda de culto, y una referencia obligada a cualquiera que busque que su banda haga reír, al mismo tiempo que experimenta con los límites de la música y las barreras entre géneros, barreras que Ween probaría son más difusas de lo que puedan aparentar. El mundo de la música a veces resulta impredecible, pues Aaron Freeman y Mickey Melchiondo (mejor conocidos como Gene y Dean Ween), los únicos dos miembros constantes de la banda, incluso llegaron a conseguir un éxito en Australia y en los Modern Rock Tracks de Billboard con la canción Push th' Little Daisies (sí, la misma que acaban de escuchar arriba), la cual incluso los hizo aparecer en el programa Beavis & Butthead.

Sería el cuarto disco de Ween, Chocolate & Cheese de 1994, el que empezaría a demostrarle tanto a críticos, como a amantes de la música, de que la banda era más un patético chiste. Ya habiendo firmado con Elektra Records, Chocolate & Cheese fue su primer disco que fue grabado con equipo profesional, y que demostró claramente a lo que la banda apuntaba, la experimentación con distintos géneros y un humor crudo, que convierte a Dean y Gene en algo así como la contraparte musical de Matt Stone y Trey Parker, creadores de South Park. Si bien canciones como The HIV Song o Don't Shit Where You Eat son clara demostración de esto último, otras como Freedom of '76 demostraban que la única razón por la que Ween no hacia cosas "serias", es porque simplemente no les parecía:

Ween - Freedom of '76 (1994)


Con The Mollusk, de 1997, el sexto álbum de la banda, Ween lograría crear el mejor trabajo de su carrera. Nuevamente, frente a nosotros tenemos un disco ecléctico, que según Wikipedia, tiene un tipo de concepto, pues cada canción tiene un oscuro motivo con respecto al mar y la navegación, todo unido por un hilo de rock progresivo. Este es realmente un disco sorprendente, y sí, lo voy a decir nuevamente, único. Uno simplemente no puede más que apreciar como estos tipos consiguen pasar con tanta naturalidad de un canto pirata en The Blarney Stone a una gran balada con It's Gonna Be (Alright):

Ween - It's Gonna Be Alright (1997)


Finalmente, tras más de 25 años juntos y 11 discos de estudio, más una compilación de grabaciones antiguas y varios EPs y discos en vivo, Aaron Freeman declaró a finales de mayo, que retiraba el personaje de Gene Ween, y que terminaba su relación con Ween, para concentrarse en su trabajo solista. Su compañero Melchiondo parece fue de los más sorprendidos por la noticia, pero en un post en su Facebook simplemente expresó: "Pues, supongo"[I guess so]. Sin embargo, algo que se supone debimos haber aprendido sobre Ween en estos 25 años, es a nunca tomarlos muy en serio, más porque ya les faltaba muy poco para celebrar su 30 aniversario.


Ween - The Mollusk (1997)


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