No ocupo vender mi alma, él ya está en mí: El regreso de los Stone Roses

Es difícil equivocarse hoy en día con tantas reuniones de bandas apareciendo. También se debe de tener cuidado, cuando nos damos cuenta que dinosaurios musicales aún siguen en pie, aunque con solo uno de los integrantes de sus mejores años (Guns N' Roses, Smashing Pumpkins). Es decir, ¿quien en realidad necesita que Brian May y Roger Taylor anden con un tipo de American Idol fingiendo aún ser Queen? ¿Que sentido tiene que aún exista The Doors, cuando Jim Morrisson tiene muchas décadas de muerto? Pero no podemos condenar a todas las reuniones, más cuando estas son de una banda como The Stone Roses, el cuarteto de Manchester que salvó el pop Británico; la legendaria banda que prometía llevar la antorcha de la música inglesa durante los años próximos al lanzamiento de su disco debut de 1989 The Stone Roses.

Los Stone Roses surgieron en el momento apropiado, el momento en el que el público inglés necesitaba un substituto de The Smiths, un equivalente al U2 de los vecinos o al R.E.M. allá en América, un nuevo set de héroes para adorar. Tomó algunos años para que alcanzaran la alineación clásica y el sonido que los define, y que los tiene parados en una cima solitaria de la música moderna. Con un poco de Jangle Pop y otro poco de psicodelia, Stone Roses fueron grandes partícipes de la creación de la escena conocida como Madchester. En aquellos años, ese parecía ser el futuro, y no se les puede culpar a los fans de aquel entonces, pues al oír Stone Roses, sería fácil pensar que había más de donde eso había salido.


The Stone Roses - Fool's Gold (Top of the Pops)



Stone Roses es una propuesta original, loca, ecléctica, y que además se puede bailar, o al menos da la libertad de experimentar con sus ritmos y grooves. Tan solo es darle una oída a canciones como I Wanna Be Adored o She Bangs the Drums, aunque los mejores ejemplos de la banda en su mejor forma, son las super "groovy" Waterfall, el tema final I Am the Ressurrection y el single que no se incluye en el álbum, Fool's Gold. Tan infeccioso es el groove de Waterfall que te hara desear que no pare, y la banda te complacerá, pues Don't Stop es una continuación de dicho tema, pero llevado unos 100 años al futuro. También acá encontramos otras curiosidades, como el Bye Bye Badman, que me recuerda a un cierto Bye, Bye Birdie, y Elizabeth, My Dear, en sus menos de un minuto, no puede evitar recordarme a una antigua canción popularizada por Simon & Garfunkel.

Desafortunadamente para Ian Brown y compañía, tras el éxito de su disco debut, la banda se vio envuelta en diversas demandas laborales con su entonces disquera. Finalmente la banda ganó, anuló su largo contrato con Silvertone, y firmó con Geffen. Toda esta batalla legal les quitó tiempo, ánimo e inspiración, y un Stone Roses fragmentado sería quien publicará su segundo disco, Second Coming en 1994. Para ese entonces, ya muchos años habían pasado, Madchester nada más había sido una moda pasajera y Oasis lideraba el panorama de lo que se llegaría a conocer como Britpop. The Stone Roses habían perdido el tren.


The Stone Roses - I Am the Ressurrection




Así que aunque haya sido difícil, a mi parecer, tiene mucho sentido que The Stone Roses se lleguen a reunir hoy en día. Es por eso que los fans de la música recibieron con mucho agrado la noticia en Octubre pasado de que la banda se reuniría, la banda completa. Brown, Squire, Reni y Mani ya ensayan juntos nuevamente, y en declaraciones la banda ha llegado a admitir que se trabaja en un tercer disco. Brown admite que la banda finalmente decidió reunirse porque "la escena actual es aburrida y vacía; ya nadie tiene nada que decir", y que "seguirán hasta que las ruedas se caigan". Si bien es cierto que el trabajo anterior de las bandas no es certificado de calidad de que la reunión valdrá la pena, la década pasada nos trajo buenos intentos, como fue el caso de Dinosaur Jr., Alice in Chains y especialmente Portishead.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Some Little Nonsense

Rolling Stone 500 Greatest Albums of All Time Revisited: Sgt Peppers and the Lonely Hearts Club Band