Poderes Extraños: Stephin Merritt y los Magnetic Fields



Los 90s fueron una época de cosas raras. Muchas cosas cambiaron, y de varias formas, los 90s parecían ser una reinvención de los 60s. Me hubiera gustado vivir conscientemente cualquiera de estas dos décadas, en las que parecía que la juventud y la sociedad en sí, se salían de sus patrones. Musicalmente, el ambiente era algo parecido, pero dado a un mayor acceso y mayor tecnología, hizo que los 90s fuesen fuente de mayor diversidad. En los clubes de Detroit, rebombaban los parlantes con los bajos del techno y el house. En las calles del Bronx, la vida formaba decenas de artistas de hip hop, inspirados por las enseñanzas de Public Enemy y Grandmaster Flash en los 80s. En la costa opuesta se engendraba una de las escenas más importantes de la década. El grunge, liderado por Nirvana venía a sacar el hair metal de las estaciones de radio y hacer lo alternativo, mainstream. Al otro lado del Atlantico, las guitarras chillaban con el reverb del shoegaze de My Bloody Valentine, los beats inteligentes de Madchester y la dulce melodía del Britpop de Oasis y Blur. Otros como Radiohead, Beck o Bjork, flotaban en su propia esfera. Y todo esto, nada más en la primera mitad de esa importante década.

Ya para el año 99 sonaban los rumores del fin del mundo moderno, del Y2K, la fiebre de Pokemon y el revival del pop azucarado. Fue por esa época que alguien se ha de haber preguntado a qué horas vendría el disco que cerraría esos 10 años, el que daría el toque final a la década, resumiendo de todo lo que se había tratado. Claramente ese no era trabajo fácil. Pues aunque no estoy seguro, si el disco clave de los 90s fuese la intención de Stephin Merritt, pero se puede tomar el hecho de llenar 3 discos (poco menos de tres horas), con puras canciones de amor, como una señal de gran ambición.

The Magnetic Fields - I Don't Believe in the Sun


Stephin Merritt creció en Nueva York, y a través de sus supuestos 45 años, ha escrito bajo diferentes pseudónimos, y con diferentes bandas. Ha hecho varias bandas sonoras para películas y también ha trabajado en el teatro, pero seguramente, por lo que pasara a la posteridad es su trabajo de fin de siglo, 69 Love Songs. Obviamente una referencia a la posición sexual del 69, Merritt se inspiró viendo una obra de teatro, y al principio pensó en irse por 100 canciones, pero se conformó con las casi 70 que componen esta colosal obra.

Si bien a mi parecer, Merritt sale exitoso de esta difícil tarea, es de saber para todos aquellos que desean atrever a oír este disco, que no se recomienda darle oída a las 69 canciones seguidas. Si bien Merritt logra gran variedad con las canciones, recayendo en 5 vocalistas, el uso de diversos instrumentos como el banjo, ukelele, acordión, cello, mandolina o xilófono, y la visita por la mayoría de los géneros musicales (en ocasiones de formas bastante obvias), siempre dándole el toque certificado de los Magnetic Fields, que a pesar de cantar sobre el amor, la mayoría de estas resultan ser letras pesimistas (“You said you were in love with me, Both of us know that that's imposible”), agravadas por la voz barítono de Merrit, quien es quien canta en la mayoría de las canciones, y de Dudley Klute, cuya voz es bastante parecida.

The Magnetic Fields - Acoustic Guitar


Si bien es cierto que no todas las 69 canciones son buenas o memorables, algunas ni llegan a canciones y se quedan nada más en sketches o ideas. Pero creo que cualquier disco que contenga más de dos docenas de canciones verdaderamente brillantes, merece ser escuchado, Ejemplos del poder creativo de Merritt, tanto en melodía, como en letra, pueden ser encontrados en canciones como I Don’t Believe in the Sun, Chicken With Its Head Cut Off, o The Luckiest Guy on the Lower East, todos himnos al pesimismo. Otras como Sweet Lovin’ Man, Acoustic Guitar o If You Don’t Cry, cantadas por voces femeninas, vienen a darle oxígeno al disco, y en Papa Was a Rodeo, una de las más sobresalientes de las sobresalientes, Merritt realiza un dueto con Shirley Simms. Ademas, también en el disco se incluyen canciones experimentales como World Love, Love Is Like Jazz o Experimental Love Song, las cuales resultan ser más como los skits de los albums de rap.

The Magnetic Fields - Papa Was a Rodeo


Pues todos los que hemos vivido un poco, hemos de saber que el amor vienen de muchas formas. Amor correspondido, amor no correspondido, amor platónico, amor de madre, Merritt incluso le escribe una canción a un perro, Fido. La verdad es que es difícil nombrar unas pocas canciones, cuando se habla de un total de 69, y la verdad es que lo mejor es que ustedes las escuchen pro su propia cuenta, y no sería de sorprenderse que sus favoritas fuesen diferentes a las mías. Sin embargo, como el mismo Merritt advierte, “este disco no es sobre amor, sino más bien sobre las canciones de amor, que la verdad, poco tienen que ver con el amor real”.



Disco Uno
Disco Dos
Disco Tres

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