Radiohead y el Rey de las extremidades (The King of Limbs - 2011)


Tomará un tiempo que recupere mi ritmo. No esperen que el contenido nuevo supere a un quinceañero yo, al menos denme un par de semanas (por no decir meses). Pero que mejor manera de recuperar el sentimiento de escribir que simplemente haciéndolo. Hoy les compartiré mis sentimientos alrededor del octavo disco de estudio de la banda británica Radiohead, una comisión que había dejado pendiente desde hace ya varios meses. Retrasé esta reseña, en parte porque The King of Limbs es realmente un álbum complejo y es un tanto difícil encontrar el ángulo correcto para hablar de él (quién sabe si al final realmente lo encontré). La otra razón es que este año me propuse un nuevo proyecto: escuchar discografías enteras. ¿qué tan lejos llegué? Escuché y comenté la discografía completa de Los Beatles (espérenlo en un post no muy lejano), luego la de Pavement y The Smiths. Poseyendo más de la mitad de su discografía y considerando que son mi tercer banda con más reproducciones en Last.fm (después de los antes mencionados Beatles y Smiths), decidí continuar con Radiohead, ir rastreando su evolución, y así poder tener una visión más contextualizada de este disco.



Al final, The King of Limbs terminó siendo un frenón en mi proyecto discográfico del cuál aun no me recupero (no he escuchado A Moon Shaped Pool en lo que va del año), pero ahora que decidí volver a escribir sobre música, pensé que este sería un reto apetecible. No puedo hablar de The King of Limbs sin hablar del disco anterior de la banda, In Rainbows de 2007. Si ustedes poseían consciencia musical en aquel entonces, es muy probable que lo recuerden por haber llegado a los titulares noticiosos debido a su innovador sistema de "paga lo que tu quieras" por su descarga digital. Esto fue una movida juguetona por parte de la banda que acababa de cumplir su contrato con el sello EMI. No creo equivocarme al decir que la banda seguramente no esperaba la reacción mediática, quien llegó a llamar este sistema "el futuro de la comercialización musical". Como Spotify nos rectifica 7 años después, esto no fue así (el único otro artista que vi intentar algo parecido fue Girl Talk). En mi casa no solemos pagar por un archivo digital, pero mi hermano decidió gastar una Libra esterlina de su tarjeta de débito para poder descargar el álbum. Eramos fans recién convertidos y al ser muy tacaños, entramos en un régimen de escuchar el álbum al menos una vez al día por cerca de uno o dos meses. Me encanta In Rainbows, probablemente porque The Bends es mi disco favorito de la banda e In Rainbows es lo que más se asemeja en su catálogo.

Fast-forward a 2011 y Radiohead anunciaba de la nada la salida de su nuevo disco The King of Limbs. Los fans ansiosos por saber que camino tomaría la banda que básicamente había marcado la dirección de la música en la década pasada con Ok Computer de 1997 y Kid A del año 2000. Déjenme decirles que al menos en mi casa, el disco no tuvo el mismo efecto que In Rainbows. Estoy seguro que tratamos de escucharlo varias veces (aunque quizá no las suficientes) y que desistimos, aunque no culpamos a la banda; "seguramente somos nosotros los que aún no hemos captado" pensamos en aquel momento. Y es que el cambio de dirección es evidente; The King of Limbs es el álbum más experimental de la banda, así que es un error de entrada venir aquí esperando encontrar canciones que se queden en tu cabeza después de terminar el álbum. Como cualquier fan de la banda y conocedor de su discografía te podrá decir, este es el álbum "rítmico" de la banda, donde la melodía toma el asiento trasero y cede ante beats casi tribales que nos llevan de la mano a través de este viaje no a otro planeta, sino más bien a otra dimensión, una no necesariamente tridimensional. Y es que los beats querrán hacer que tu cuerpo irrumpa en baile, pero al mismo tiempo tu cerebro se verá incapaz de procesar los ritmos y nada más te quedarás inerte.


Es difícil separar las canciones, aunque cada una tiene su personalidad propia, y a pesar del cambio en dirección, también podemos decir que tienen la personalidad de la banda, especialmente anclada en la voz chillona de Thom Yorke. Cerca del final del disco, aparecen dos canciones que bajan las revoluciones y que casi llegan a funcionar como las obligatorias baladas melancólicas presentes en cada uno de sus discos. El momento que se aproxima más a un gancho melódico ocurre en la canción final ("wake me up, wake me uuuuup"), y después de tanto cambio de compases y el uso poco convencional de la voz de Yorke en la mayor parte del álbum, este momento casi llega a sentirse fuera de lugar.

Aproveché que mientras escribía la reseña, mi novia me pidió una recomendación musical. Le dije que escuchara King of Limbs, curioso de saber que pensaría al respecto ya que nunca se ha adentrado en la discografía de la banda y probablemente solo recuerde el eterno Creep. Le advertí que no era el mejor punto de entrada a la banda, pero sentía curiosidad por su opinión. Ella es una persona más musical que yo, en el sentido de que tiene un mejor oído y pues, de entrada le agradó bastante la propuesta (veremos si le entra al resto de la discografía). Incluso le generó tanta curiosidad que terminó escuchando el livecast "From the Basement" de ese mismo año, donde las interpretaciones en vivo llegan a tener una vibra diferente, más orgánica y que algunos prefieren por sobre el álbum de estudio.  Me limitaré a no dar mi opinión al respecto, pues desde 2011 que no escuchaba la presentación.


Aprecio a la banda, es una de mis favoritas de todos los tiempos y probablemente la mejor banda viviente en el planeta (y lo han sido por más de 20 años ya). El día que hagan un disco malo (el prototipo Pablo Honey no cuenta en esta ecuación), estoy seguro que me retractaré lo más posible de aceptarlo. Preferiré culparme y darle su tiempo a asentar. Tras 7 años de su salida, creo haber entendido a The King of Limbs, y aunque no será la primera opción cuando sienta ganas de escuchar Radiohead (dudo que quede dentro de mi top 5 de la banda), lo acepto por lo que es, y aprecio aún más a la banda por atrevimientos como este, los cuáles demuestran su versatilidad y su desinterés en acomodarse a una fórmula.

Algo que me faltó agregar, es que siento cierta influencia de un gran disco que salió al año siguiente de In Rainbows: Third, el tercer disco de la banda británica de trip hop Portishead. Esta es otra banda que no juega a lo convencional y que se toma su tiempo entre lanzamientos (3 en 24 años y contando). Además, por aquellos tiempos Radiohead sacó un cover acústico de una de las canciones más fuertes de ese disco, The Rip. Otro factor a tomar en cuenta es el disco solista de Yorke The Eraser de 2006, el cual llevó el jugueteo de Hail to the Thief (innegable predecesor de TKOL), y que es una especie de puente que conecta este disco con el resto de la discografía de la banda Oxfordiana.

Comentarios

cccccccc ha dicho que…
Ayayay diego, mediados de 2018 y hablando de un disco de 2011 teniendo otro (uno increible) en el 2016...
Diego ha dicho que…
Ya llegaré a A Moon Shaped Pool, pero no me pondré limitantes en este momento en los temas a escribir, simplemente iré escribiendo de lo que sienta ganas en el momento. Claro, a ver si en el futuro no muy lejano puedo hablar de discos más recientes como Arctic Monkeys of Beach House.

¿Podemos considerar a The King of Limbs como un clásico ya?

Entradas populares de este blog

Adios Strato

Todos Aman las Listas: 15 años, 150 Videos

Discrack: Notas musicales de fin del 2018