Discrack: Notas musicales de Septiembre-Octubre 2018

Si bien no era el nombre más original, el "popcorn" de septiembre y octubre me pareció un buen nombre para juntar mis, más que críticas, blurbs sobre aquellas películas que vi durante esos dos meses y que no llegue a dedicar un artículo entero. A lo mejor el título no fue muy claro, a lo mejor a casi nadie le interesa en que he invertido mi tiempo libre. De cualquier forma, la incursión de este blog en el cine es reciente, ya que un gran porcentaje de mis entries han sido sobre música. A decir verdad, de una forma u otra y con producción irregular, ya llevo más de 10 años escribiendo sobre música. Este nuevo segmento, pretende darles a conocer que cosas he estado escuchando durante este mes (meses en este caso). Considérenlo como recomendaciones, principalmente de nuevos lanzamientos, pero también de descubrimientos y redescubrimientos, todos al final acompañados por una playlist. 


Para este mes, la lista abre con canciones muy relacionadas al post anterior de cine, en Shallow de Lady Gaga y Bradley Cooper, encontramos uno de los momentos más emotivos de la película A Star Is Born, y segura ganadora del Oscar a Mejor Canción Original. Por si alguien no lo recordaba, Lady Gaga tiene una gran voz y pues Cooper lo hace muy bien para no ser un cantante en la vida real. Laisse Tomber les Filles de France Gall también ha sido una canción que ha estado en mi rotación personal. A pesar de que me gustó desde que la descubrí hace años indagando en las 200 mejores canciones de los 60s de acuerdo a Pitchfork, fue a través de la última película de Paul Feig, A Simple Favor, la que redescubrí, aun cuando me he rehusado a seguir hundiéndome en ese infeccioso pop francés de los 60s. Este comienzo de temas suelto es complementado por otras dos voces femeninas. Producto del mismo portal de internet, pero esta vez a través del relanzamiento de los Mejores 200 álbumes de los 80, me encontré con Patrice Rushen y una canción que seguro reconocerán, ya que ha sido utilizada de sample por muchos artistas, probablemente más conocido por nosotros a través del Men in Black de Will Smith (recuerdo cuando descubrí como tocar esas notas infecciosas en el teclado de mi hermano). Por último, este mes también volví a escuchar el disco Live Through This de Hole, la banda liderada por Courtney Love, cuyo lanzamiento vio la luz una semana después de la muerte de Kurt Cobain. Tenía bastante tiempo de no escuchar el álbum, y realmente es bastante poderoso y muy fresco al lado de las bandas más famosas de Grunge, todas lideradas por hombres blancos.


Antes de entrar a los nuevos lanzamientos, tuve un par de días en los que puse a escuchar Prog Rock. Por primera vez escuché Marillion, y algunos clásicos empolvados en mi cabeza. Tuve una etapa en la que este fue mi género favorito y aun disfruto volver a un buen Yes, Jethro Tull, Genesis, King Crimson o Pink Floyd. Sin embargo, lo que más disfruto es saber que existen todavía grandes bandas y discografías desconocidas por mí. Junto a Marillion tenemos a Camel, una banda de rock progresivo que a diferencia de sus contrapartes más conocidas, es casi completamente instrumental. Los dejo con Dunkirk de su álbum conceptual The Snow Goose, inspirado en una novela de antaño y cuya realización tiene una interesante historia detrás.



No tengo idea si al final mantendré este formato (no tengo idea si no me habré aburrido o careceré de tiempo de aquí a un mes), pero la siguiente sección busca retratar un poco los nuevos lanzamientos que más tomaron mi atención y mis oídos durante estos dos meses. Comenzaré en grande, con probablemente el álbum que más había estado esperando en años: el octavo álbum de estudio de Spiritualized, la banda que hoy por hoy es Jason Pierce, quien en los noventas nos dejó uno de los grandes discos de esa década Ladies and Gentlemen We're Floating in Space, un disco empaquetado como una caja de medicina que rompía los moldes que el Britpop había dejado sobre la isla. Grandes temas se encuentran en ese disco, entre ellos el tema titular con el que abre el álbum; sin embargo, es su séptimo disco, el Sweet Heart, Sweet Light de 2012 mi favorito. En aquel momento, Pierce se encontraba peleando con un cáncer que no se sabía si lo iba a poder contrarrestar. La mortalidad se encontraba muy presente en ese disco, que hasta la fecha, sigue siendo el 5/5 más reciente que he dado. No sabía que esperar de And Nothing Hurt, y pues la verdad el disco está bastante competente, siempre con las geniales melodías y especialmente experimentaciones guitarreras con las que Pierce se ha dado a conocer; sin embargo, no cuenta con esa extra que ha hecho de su anterior disco un clásico en mi libro.

La playlist está hecha para darles una carnada de estos artistas, ya que muchas veces es difícil juzgar a un artista de trayectoria por una canción o incluso por un disco. Especialmente respecto a sus trabajos más recientes, cuando los mejores años ya han quedado atrás. Este no parece ser el caso de la siguiente banda en la lista: Low. Low es probablemente el máximo exponente de una corriente conocida como Slowcore, la cual se caracteriza por ritmos lentos y arreglos minimalistas. Sin embargo, han presentado grandes cambios a lo largo de 12 trabajos de estudio, teniendo siempre como núcleo la pareja matrimonial de Alan Sparhawk y Mimi Parker. El tema Words viene de su "magnum opus" I Could Live in Hope de 1994, un álbum que aún hoy me resulta difícil de digerir. Con Ones and Sixes de 2015, el disco predecesor al actual, la banda tomó un toque más ligero, y de ahí tomé el tema What Part of Me. Este año Low nos entrega Double Negative, álbum que aporta un sonido completamente nuevo para la banda, dominado por sintetizadores y sonidos (¿ruidos?) electrónicos casi tirando a algo ambiental pero trascendente. La discografía de esta banda es digna de indagar más a fondo y confieso que es aún tarea pendiente para mí.



Una banda de la que me niego a rendirme a pesar de que ya pasó su fecha de caducidad, son los británicos de Suede, nacidos en el apogeo del Britpop; y es precisamente en los 90s donde encontramos sus mejores temas y trabajos de estudio. Dog Man Star de 1994 es en particular mi favorito, un álbum que traía algo más oscuro y sexy al Britpop que ofrecía Blur y Oasis. Como lo expuse en un artículo de 2011, la banda se reunió en 2010 y este año sacó su tercer álbum de esta nueva etapa. The Blue Hour, al igual que sus antecesores son álbumes competentes, con una que otra canción sobresaliente, pero que se quedan cortos al lado de sus primeros tres álbumes. Considérenlos más algo para los fans, pero quien sabe ¿a lo mejor ustedes son fans en potencia?

Joyce Manor
Las siguientes dos bandas que captaron mi atención en estos dos meses, bien podríamos clasificarlas como punk, aunque el término emo tampoco estaría muy errado. Tengo meses pensando en escribir algo para lograr posicionar a este infame género en el lugar que merece, pues muchas bandas que en realidad no son "emo" desataron una cultura bastante nefasta durante la década pasada. La primera es Joyce Manor, una banda californiana que a punta de temas rápidos energéticos y pues ya suma 5 álbumes de estudio en apenas 10 años de carrera. No es de las primeras bandas que yo propondría para vender el género, pero su nuevo trabajo Million Dollars to Kill Me es otra buena adición a su discografía. Por otro lado, Cloud Nothings es una banda que me ganó alla en 2013 con su segundo álbum, el producido por Steve Albini Attack on Memory, el cual dejó entre su legado grandes canciones como Stay Useless. Luego de eso le perdí un poco el rumbo a la banda en sus siguientes dos lanzamientos, sin embargo este año traen su quinto trabajo Last Building Burning, que si bien aun no he encontrado esa canción que se pare por si sola, lleva a la banda por direcciones interesantes.

Antes de tocar dos artistas latinoamericanos, haré un paso por el nuevo disco del rey del slacker rock, un término que como "slowcore" es difícil de definir, pero que es fácil reconocer por la vibra que carga, que básicamente es la de pasar todo el día en una piscina inflable, con una guitarra, una botella de vino y un cartón de pizza. Suena muy abstracto, pero escuchen un disco de Kurt Vile y sabrán instantaneamente a lo que me refiero. Teniendo como antecedente más prominente el rock de Pavement en los 90s, Kurt Vile ha logrado descifrar a cabalidad el sonido con virtuosismo en la guitarra en una prolífica carrera que lo ha visto lanzar 8 álbums en 10 años, incluyendo su muy recomendable trabajo del año pasado con Courtney Barnett Lotta Sea Lice y el que sigo considerando como su mejor momento, Waking on a Pretty Daze de 2013 (ahh, que buen año). Vile continua su racha con Bottle it In. Su sonido no varía mucho en el sentido que siempre está atrapado en esa atmósfera de "holgazanería", pero lo hace tan bien que por mí que lo siga haciendo por años y años.


Dos de mis bandas favoritas de rock en español también lanzaron nuevos lanzamientos durante estos dos mese. Del hemisferio norte encontramos a La Gusana Ciega, banda que redescubrí hace un par de años luego de darme cuenta que siempre me había gustado la canción Tornasol (Vuelves a Ser). Al visitar su discografía me encontré con una joya de disco, de mis favoritos del rock en español, Correspondencia interna de 1999, un disco que además parece estar fuera de edición acá en México, pues lo he buscado y ni en el D.F. lo he podido encontrar (¡ni siquiera está en Spotify!). Daniel Gutiérrez, ya es hora de una reedición! Borregos en la niebla es ya el tercer disco que sacan desde que les recuperé la pista, y si bien no se acercan a ese gran álbum de final de siglo, han logrado mantener cierta consistencia y pues este último es sin duda mi favorito de sus más recientes trabajos.

Nuevo look de Adrián Dárgelos. No me pregunten de cuál fuma

Finalmente, del hemisferio sur viene otro disco que traía un par de años esperando, Discutible, el duodécimo álbum de estudio de los argentinos Babasónicos, una banda que para quienes los conocieron en un momento inadecuado o con las canciones inadecuadas, seguramente no recordarán con mucha estima. Lo cierto es que Babasónicos resulta siendo un gusto adquirido, pero a mi parecer, han estado bastante enrachados desde A Propósito de 2011. A los tres discos en este lapso, le debemos agregar dos clásicos de la década pasada, Infame (que sigue siendo su obra cumbre) y Jessico. Y para los que no crean en la evolución de las bandas, resulta curioso pegarle una oída a sus discos de los 90s, que eran más stoner rock que el soft rock con el que probablemente los relacionen más.

Así que bueno, eso es todo por estos dos meses. Los dejo con una lista de dos horas donde espero puedan encontrar uno o varios temas/artistas de su gusto. Trataré de hacer esto mes con mes y espero así hacer esto más digerible. Nos vemos en noviembre!

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