¿Podemos disfrutar de un disco y no poder describirlo? Have We Met de Destroyer
Son 3 los discos que he reseñado en lo que va del año, dos de artistas desconocidos para mí (Floral Tattoo y Andy Shauf) y uno de una banda que a pesar de conocer y poseer en mi disco duro desde hace años, realmente nunca había escuchado minuciosamente (Apocalyptica). Para la cuarta reseña del año, y primera del mes de marzo, traigo un artista a quién conocí en 2011, cuando uno de sus discos fue catalogado por varias fuentes como uno de los mejores del año. Decir que lo conozco a fondo sería mentir, ya que el artista conocido como Destroyer acumula ya más de una docena de álbumes de estudio, y su más reciente esfuerzo, Have We Met es apenas su segundo trabajo que escucho a profundidad desde el antes insinuado Kaputt.
Destroyer no es una banda de metal como su nombre pareciera indicar. Es más, ni siquiera creo que se pueda considerar una banda, ya que funciona más como el proyecto solista de Dan Bejar, multifacético músico canadiense quien además es reconocido en la indiésfera por ser parte activa de The New Pornographers, un colectivo musical canadiense con más de 20 años de carrera. Como Destroyer, Bejar acumula una serie de bien recibidos trabajos que van cronológicamente desde Streethawk: A Seduction de 2001, ya para entonces su cuarto disco de estudio, a Destroyer's Rubies de 2006 y Kaputt de 2011, lo más cercano a un "breakthrough" para el artista y que lo llevó a ser nominado a un Polaris Prize a lo mejor de la música canadiense. A pesar de resaltar el disco hace unos años, apenas llegó a las menciones honoríficas de la recapitulación de 2011 que hice el año pasado. Y es que la música de Destroyer es difícil de describir como también resulta algo difícil de disfrutar. "Es un gusto adquirido, pero uno que vale la pena adquirir" mencionaba una reseña que leí hace poco. Supongo que podemos empezar por definirlo como pop, sophisti-pop incluso, quizá con algo del yacht rock que nunca entendí de bandas como Steely Dan. Generalmente incluyendo música electrónica que le añade matices, generalmente melancólicos a su música; sus letras se caracterizan por ser "stream of consciousness", es decir que va escribiendo lo que le dicta su cabeza sin mayor precaución al significado. Esto le da a sus canciones un interesante toque de surrealismo que se acopla bien al particular tono de su voz, no exactamente el garraspeo de Bob Dylan o Tom Waits, peor quizá algo como el rango medio de voz de alguien con Stephen Malkmus, o más tirando a chillón como Gordon Gano de Violent Femmes.
Es posible que esté vendiendo muy mal a Destroyer. Es muy posible que no sea la mejor persona para escribir sobre él, porque tras un mes de estarlo escuchando y leyendo sobre él, aun no creo entenderlo. Multi-facético por naturaleza, Bejar es uno de esos artistas que no gusta de encasillarse y que se ha ganado la libertad de llevar su sonido a donde le plazca con cada nueva composición. Para el caso de Have We Met, su más reciente trabajo, Bejar grabó todo en su computadora y luego se lo envió a dos de sus colaboradores para que añadieran capas musicales. Entre las influencias que mencionó influyeron en este trabajo está la música de artistas como Björk, Air, películas ochenteras, películas de horror coreano y los últimos trabajos de Leonard Cohen, no es de casualidad que su canción "Kinda Dark" recuerde precisamente al último trabajo de Cohen: You Wanted It Darker.
Como con sus demás trabajos que le he escuchado, es difícil escoger algún número en particular para resaltar, ya que todo funciona de manera cohesiva. Casi que cualquiera de las 10 canciones de Have We Met podrían ejemplificar el sonido y el tono de las composiciones de Dan Bejar. El álbum arranca con la canción más larga, Crimson Tide, que además es uno de los tres videoclips que el músico ha sacado para este proyecto. Esta es una buena ejemplificación de que esperar de su música, trabajosa y con sintetizadores que te hacen imaginar andando en una carretera. Cue Synthesizer, otra de las canciones con videoclip es divertida por lo 'meta' de su concepción. Pero en general, me cuesta mucho recordar sus canciones y a la vez las encuentro muy familiares una vez que las escucho. Es decir, el sonido de una canción de Destroyer es imperdible, pero distinguir entre ellas me resulta arduamente difícil.
Así que me veo obligado a dejarles otro artículo sobre Destroyer que no dice mucho. Quizá sea que aunque reconozca su talento musical, no logro conectar con su estilo. Me interesa mucho conocer que piensan tanto los fans, como los que apenas lo vienen conociendo; que me puedan decir que me hace falta encajar sobre este señor. ¿Acaso debo vagar por Vancouver, emborracharme y deprimirme? Cuando escojo sobre que discos voy a hablar, trato de escoger uno sobre el que puede desvariar y de ser posible rastrear sus influencias. Por mi experiencia anterior con Kaputt, pensé que Have We Met sería una buena opción, pero siento que estoy quedando a deber, y espero en las siguientes entregas poder hablar con más propiedad del tema. Les digo que he escuchado Have We Met al menos una decena de veces desde su salida el 31 de enero y para citar una de sus canciones It Just Doesn't Happen, pero estoy dispuesto a tomar parte de la culpa y decir que quizá no le he prestado la atención debida, que quizá me hace falta complementar toda su trayectoria y no solo sus picos altos., o que quizá he podido disfrutar de Have We Met y no tener mucho que decir al respecto. Quizá esa falta de poder describirlo hable no solo de mis vacíos musicales, sino también de la calidad del trabajo. En fin, hasta calificarlo me resulta difícil, pero lo dejaré con un 3.5/5 por mientras logró captarle y nos vemos a final de año.
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