¿Qué le pasó Miss Simone?

Era mi intención hablar en mi blog sobre Nina Simone desde agosto del año pasado, cuando de repente se nos cruzó la muerte de Aretha Franklin y debí cambiar de ícono de la música norteamericana sobre quien hablaría. Dejé pasar tanto el tiempo, aunque nunca dejé de escuchar en particular uno de sus discos, al cuál ya llegaremos, que sentí la necesidad de revisitar el excelente documental de 2015 What Happened Miss Simone?, el cual fue producido y puede seguir siendo visto a través de Netflix. Gran parte de lo que hoy escribiré es sacado de ese documental y es probable que sea más sencillo y preferible para ustedes darle hora y media de su vida a uno de los mejores documentales biográficos que he visto. Déjenme venderles a Nina Simone como artista y si aun han llegado al final, déjenme venderles porque a pesar de haber leído los puntos más relevantes de su vida, vale la pena ver, incluso más de una vez dicho documental.


Sabrán desde la primera nota si en realidad han escuchado a Nina Simone antes o no. Su voz y su talento musical son inconfundibles y sus interpretaciones han sido usadas y reutilizadas en infinidad de montajes de series, películas y anuncios publicitarios. Al conocer más la historia de esta artista, comprenderemos mejor la complejidad de su música. Nina demostró su talento musical desde temprana edad, y unas señoras blancas que vieron tremendo potencial en Nina, se las arreglaron para pagarle clases de piano, a las que les dedicaba la mayor parte del tiempo. Nacida en 1933, a Nina le tocó crecer en el país explícitamente segregado de aquellos años. Nina, cuyo verdadero nombre era Eunice Waymon dedicaba tanto tiempo al aprendizaje del piano clásico, que no llegó a encajar su infancia ni entre los niños negros ni entre los blancos, para quienes únicamente era la niña del piano. Se cuenta incluso que en una de sus primeras presentaciones en una iglesia de blancos, los organizadores pretendían que los padres de Nina se sentaran en las butacas de atrás y fue hasta que ella se rehúso a presentarse que los colocaron en su debida posición. Sin embargo, esta experiencia no sería nada comparada con la traumática situación que vivió cuando se le negó su entrada al prestigioso Curtis Institute of Music, donde a pesar de su talento, pudo más el racismo de aquella época.

Nina había entrenado toda su juventud para convertirse en una pianista clásica, su sueño era ser la primera mujer afroamericana en dar un recital en el Royal Albert Hall, y de repente su sueño se paralizaba. Nina siguió tocando el piano en un bar, donde el dueño le pidió que debía cantar si quería seguir recolectando su paga. Ahí fue cuando la cantante adoptó el nombre de Nina Simone, para que su muy Cristiana madre no se llegará a enterar que cantaba canciones seglares. Debido a su talento, no le tomó mucho tiempo en saltar de ese pequeño bar en Atlantic City, a tener un contrato discográfico. Su primer disco en 1959 es aun considerado uno de sus mejores trabajos. En Little Girl Blue queda en evidencia no solo la situación musical en aquel entonces, sino también la educación musical clásica de Nina en el piano.


De ese primer trabajo se desprendió su primer éxito, una rendición de la canción de George Gershwin I Love You Porgy. Ahí comenzaron los años más importantes de su vida, donde entablaría una larga relación romántica con su manager y eventual esposo Andy Stroud, al lado de quien vivió y aguantó años de grandes abusos tantos psicológicos como físicos y con quien procreó a su única hija. Simone sin embargo nunca llegó a encontrar la posibilidad de artistas como Aretha Franklin o The Supremes, principalmente porque su música tenía un nivel de musicalidad y complejidad mayor  al del soul de aquel entonces que más tiraba hacia el pop que hacia sus orígenes en el gospel. Y eso fue incluso antes de que Nina se uniese fervientemente al movimiento por los derechos civiles, que en aquellos años vivió eventos como la caminata a Selma y el posterior asesinato de Martin Luther King Jr., así como numerosos atentados y crímenes de odio hacia los negros que inspiraron directamente una de sus composiciones más fuertes y duraderas: Mississippi Goddam.


Al igual que muchos de los grandes artistas de aquella época, Simone dedicaba gran parte de su música a interpretaciones de canciones de otros compositores. Es así como encontramos memorables rendiciones como las dos primeras resaltadas en este artículo y otras como Strange Fruit y Sinnerman, algunas cuya versión de Nina Simone ha pasado a ser la definitiva. Mississippi Goddam sin embargo es de su propia composición, así como otras canciones políticamente cargadas como To Be Young, Gifted and Black. Esto distanció todavía más a Nina de alcanzar la popularidad y tras sufrir frustración por la situación política, dentro de su hogar e incluso problemas de impuestos, Nina terminó saliendo de los Estados Unidos a mediados de los 70s. En los siguientes años Nina vivió en Barbados, Liberia y posteriormente Suiza, años que se caracterizaron por ser entre los más oscuros de su vida. Hoy se cree que algunos comportamientos de Simone, quien sufría de depresiones y malos humores se encajan en el cuadro clínico de la "maníaco-depresión" o desorden de bipolaridad como es mejor conocido. Pero en aquel entonces Nina vivió años casi de abandono, ya que ni ella ni los demás toleraban su compañía por mucho tiempo. Una de sus últimas presentaciones memorables sería en el Festival de Jazz de Montreux en Suiza, la cuál ocurrió en el lejano año de 1976.

Hoy en día, Nina Simone sería un personaje desconocido de la música, de no ser porque a través de los años su popularidad creció y se fue redescubriendo su trabajo que probó ser muy confrontativo para la época. Nina moriría un 21 de abril de 2003 a los 70 años, ya una persona muy lejana a quien fuera en su juventud, una persona llena de rencores y decepciones, una persona que a pesar de su legado, no llevó una vida feliz. "Hubiese preferido ser una pianista clásica" dice una Simone ya entrada en años en el documental mencionado. Simone finalmente recibiría un diploma por parte del Curtis Institute, quienes algunas vez le cerraron sus puertas, pero este llegaría apenas unos días antes de su muerte.

El documental es un trabajo fino que básicamente cuenta esta historia que aquí les expuse, claro está, con mayor detalles, con presentaciones de Nina, así como entrevistas a través de los años, fragmentos de sus diarios y la mirada de los personajes más cercanos en su vida, incluyendo conmovedoras participaciones por parte de su hija Lisa Simone. Si les he de recomendar un álbum en particular, sería el que estuve escuchando durante todo el año pasado, Pastel Blues de 1965, el cuál únicamente llegó al 138 en las listas de ventas de EEUU. Si algo me hizo darme cuenta el documental es que sería un error quedarse con un solo disco, una mejor opción quizá sería los sets compilatorios de sus conciertos y álbums de estudio, pero este es un buen punto de partida, Nina en lo más esencial. Pastel Blues incluye canciones de amor que no dejan de estar bañadas por una fuerte carga de melancolía y los que quizá sean dos de sus interpretaciones más importantes, las ya mencionadas Strange Fruit popularizada por Billie Holiday y la canción tradicional Sinnerman, que con 10 minutos de duración es el argumento perfecto para todo aquel que no se considere aun fan de la cantante.


En los últimos años Nina ha vuelto a ser noticia y recuperar la notoriedad que merece su carrera, especialmente durante la década de 1960. El documental de su vida fue nominado al Oscar como Mejor Documental de Larga Duración e ingresó al Salón de la Fama del Rock n Roll apenas el año pasado tras nominada por primera vez. Una de las noticias que sin embargo no fueron tan gratas para sus fans, fue la producción de una película narrativa sobre su vida, o biopic como se les conoce en inglés, la cuál simplemente se llamaba Nina y que logró instántanea notoriedad (de la mala), ya que su protagonista Zoe Saldaña (Gamora en las películas de Marvel y Uhura en Star Trek) debió ser pintada pues el color de su piel era demasiado clara para interpretar a Nina Simone. Saldaña es de descendencia dominicana y a pesar de que ha demostrado ser una actriz muy capaz, fue muy mal escogida para esta película, más cuando existen excelentes artistas como Danai Gurira (Michionne en The Walking Dead),Viola Davis, o la cantante Mary J. Blige, quien inicialmente sonaba para el papel, fácilmente pudieron interpretar a Simone. Personalmente no he visto la película, pero su fama fue tan mala, que a pesar de ser grabada en 2012, no salió hasta el año siguiente al documental What Happened Miss Simone? la cual contrario en ayudarle, sirvió como un severo contraste en la verdadera Nina Simone y una burda imitación.

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