Y se nos fue la década: Los mejores discos de 2014


Obviamente a estas alturas, este ya es nada más un ejercicio personal. Una especie de revisiting a mi vida entre los 19 y 28 años y el recordatorio de lo difícil que se me hace comenzar algo y terminarlo. Quizá me tome hasta el final de esta década, pero de que termino el repaso de los mejores discos del 2010-2019, lo termino. El 2014 fue el Mundial de Brasil, alrededor de este momento se cambio el sistema en la Universidad a trimestres y ya tenía algunos meses de tener mi programa de radio A la izquierda del dial (sigo extrañando tener esa bocina para hablar de música). Comienza oficialmente el orlandismo y en los EEUU se asoma la figura naranja oscura de Donald Trump. En cuanto a música, creo que gran parte de lo que escuché ese año giró alrededor de preparar los programas de radio, que muchas veces tenían temáticas para revisitar clásicos, pero que en general siempre dejaba espacio para hacer sonar una que otra novedad. Hay dos discos que resaltan entre mis favoritos del año, los dos que sabía que estarían en las primeras dos posiciones desde que redacté mi lista de escuchas. Es aquí también donde queda en entredicho si el mejor disco es el que más veces escuché o el que considero es el mejor. Luego, casi cada año hay un disco que por consenso es considerado el mejor del año. En el 2010 coincidí con ellos al nombrar a Kanye West como lo mejor del año, de 2011-2012, el disco consenso aparece en mi top 10 (Let England Shake, Channel Orange) aunque no en la primera posición. Curiosamente, estos dos últimos años revisitados no hubo un claro disco de consenso y el que apunta Album of the Year en su suma de listas de fin de año, solo aparece como mención honorífica (Sunbather de Deafhaven para 2013). En el caso de Black Messiah, el regreso de D'angelo después de 14 años, la verdad es que es un disco con el que simplemente no he podido conectar. Tras varias vueltas a través de los años, medio le he agarrado sabor a Voodoo del 2000, pero a pesar de escuchar BM en reiteradas ocasiones tanto cuando salió a finales de 2014 como para escribir este conteo, no les podría decir a qué suena. Quizá en un muy futuro revisiting pueda llegar a la lista, pero por ahora son otros 10 los que componen la lista. 

Otras opiniones: Grammy a disco del año: Beck - Morning Phase 

Pitchfork: Run the Jewels - Run the Jewels 2 

Consequence of Sound: The War on Drugs - Lost in the Dream 

Stereogum: Run the Jewels - Run the Jewels 2 

NME: St. Vincent - St. Vincent 

Rolling Stone: U2 - Songs of Innocence 

Mojo Magazine: Beck - Morning Phase  

10. El columpio asesino - Ballenas muertas en San Sebastián

Paso gran parte de estos repasos anuales volviendo a escuchar los discos que sé que me gustaron en el año en cuestión y luego los que se supone me debieron gustar y no lo hicieron o los pasé por alto. Sin embargo, cada año tomo uno que otro "giro a la izquierda" hacia algo completamente diferente, lejos de mi zona de comfort o al menos de mi área de búsqueda. Además siempre he sentido que no le hago suficiente justicia a la música en español y trato de escuchar cosas nuevas por ahí. El 2013 ha sido el único año de los 5 revisados que se fue sin disco latino o en español (en 2012 el incluido fue el brasileño Silva). Este puesto estaba ocupado por The War on Drugs, pero la verdad es que aunque Lost in the Dream es un álbum muy agradable e instrumentalmente muy competente, nunca he logrado conectar con la música de Adam Granduciel a un nivel más trascendental. Curiosamente, la banda española El columpio asesino tiene muchos elementos en común con War on Drugs, más que todo esa sensación de que la música va caminando. La mayor diferencia es que donde Granduciel depende en gran medida de su virtuosidad en la guitarra, El columpio asesino se guía más por sintetizadores que le deben mucho a Suicide, pero también la voz española de Cristina Martínez me hacen recordar a Alaska y Dinarama, una agrupación que siempre me ha gustado como suena pero que hay que decir, su producción ha envejecido muy mal. En Ballenas muertas en San Sebastián, esto último no es un problema.

 

9. Run the Jewels - Run the Jewels 2  

Lo que empezó como el proyecto secundario para Killer Mike y El-P, es hoy sin duda su proyecto central y una de las voces más poderosas dentro del hip-hop actual y de la década en cuestión. No estoy en la posición adecuada para decir cual de sus hasta ahora 4 producciones (sin contar la versión de RTJ2 con puros sonidos de gatos) es la mejor, pero sé que esta fue la que me hizo ponerle atención al proyecto. Ambos raperos se complementan muy bien, las pistas son bien producidas y muy agresivas, aunque sin llegar al nivel de abstracción y ruidosidad de Death Grips. Es un gran plus para los más rockeros que aquí se incluya Close Your Eyes (And Count to Fuck), su colaboración con Zack de la Rocha.

8. Spoon - They Want My Soul 

Un disco de Spoon siempre mejorará el roster de discos para ese año. Con más de 20 años de carrera, Spoon se han convertido en un emblema de la consistencia. No se alejan mucho de su fórmula de pop-rock deliciosamente dirigido por el ritmo y la voz un tanto asonante de Britt Daniel. Transference de 2010 es quizá el disco que más se distanció de la fórmula y quizá el menos disfrutable de su catálogo. Si bien se aprecia que una banda ande buscando ampliar sus horizontes, tanto They Want My Soul como Hot Thoughts de 2017, y la ahora extraña compilación Greatest Hits de 2019, demuestran que Spoon es una banda de comfort, que siempre estará ahí para nosotros sabiendo que es lo que queremos escuchar.

7. St. Vincent - St. Vincent 

Adelantándome, predigo que para los años más recientes, gran parte del top 10 estará compuestos por artistas femeninas o bandas con al menos una mujer. Es posible que no sea la última aparición de Annie Clark tampoco, pero lo que sí resulta muy evidente es que St. Vincent llevaba la delantera desde la década anterior. Un disco de Annie Clark siempre resulta impredecible y lleno de ideas y donde a veces puede llegar a ser abrumante, creo que este álbum epónimo es donde la cantante y compositora ha alcanzado su mayor enfoque para entregar un disco redondo que sigue sonando como proveniente del futuro distópico de la película Metropolis.

6. Aphex Twin - Syro  

Aphex Twin sigue siendo tarea semi-pendiente para mí. Hasta podría decir que el IDM en general. Hasta hace poco que logré encontrarle el gusto a Boards of Canada y si bien respeto lo alcanzado por Richard D. James en los noventas y su inegable gran influencias sobre algunos de mis ídolos como Radiohead, siento que no le he dado el tiempo suficiente. Ya que Syro es el único trabajo de Aphex Twin que ha salido mientras he tenido consciencia musical, no debería resultar del todo extraño que es su disco al que le he dedicado más tiempo. Además recuerdo que todo el marketing alrededor de la salida de este disco fue tan particular como el nombre de las canciones, incluyendo inmersiones en la dark web para darle las primeras escuchas y un video oficial dirigido por un niño de 12 años. Si St. Vincent es música del futuro, Syro no puede venir más que de otra dimensión.

 

5. Sun Kil Moon - Benji 

Mark Kozelek es un personaje complicado. Desde siempre se ha caracterizado por su personalidad alienante, y su estilo de composición muy particular, donde parece que te está contando una historia en un bar o en un café, un estilo parecido al de Bukowski, que pareciera stream of consciousness pero que es atroz cuando está mal hecho. Los años recientes han mostrado episodios aun más cuestionables de Kozelek como su one-sided beef contra The War on Drugs y sus más recientes acusaciones de abuso sexual por parte de fans. Digamos que al escuchar y apreciar discos como Benji, tampoco resulta difícil creer estas acusaciones contra el artista. En Benji, Mark nos cuenta la historia de su perro, de Carissa su prima e incluso le dedica una canción a cada uno de sus padres y a Ben Gibbard de Death Cab for Cutie y The Postal Service. Este es el disco raro donde las letras son igual, sino más importantes que la música.  

 

4. FKA Twigs - LP1 

Cuando Lady Gaga rompió cerca del final de la década pasada, en gran parte se lo debió a su rareza que aportaba gran frescura a una música pop que cada vez se sentía más prefabricada. Hasta cierto punto, todo ese inicio de Lady Gaga fue igual de diseñado y la verdadera Gaga probablemente únicamente comenzó a salir después del relativo fracaso de ARTPOP. Menciono a Gaga, porque existen las artistas como FKA Twigs, quienes simplemente destacan por su rareza genuina, su expresión artística que además se refleja no solo en su imagen pública, sino también en su música. LP1 suena muy diferente a lo que circulaba por aquel entonces y gran parte de su sonido se lo debe a la productora venezolana Arca, mezclando música y elementos electrónicos que aun 7 años después siguen sonando futuristas. Twigs apenas ha sacado 2 álbumes hasta hoy, pero volverá a aparecer en estas listas.

 

3. Swans - To Be Kind 

En cuanto a música recae, creo que To Be Kind y quizá todo el ouvre de Swans durante esta década podría fácilmente ser considerado como lo más interesante que ocurrió, al menos dentro del mundo fringe-comercial. Swans rompe cualquier categorización; es casi trampa llamarlo Experimental, pero se acerca al Avant Garde y hasta la composición clásica. La única razón por la que este disco no está más arriba es simple y sencillamente porque dura más de dos horas y no es la escucha más sencilla y feel good como los son los siguientes dos discos. Pero Swans nunca deja de ser rock, incluso la mayor parte de sus canciones tienen letras. Michael Gira dice que buscan hacernos llegar al extásis con su música y es fácil sentirlo al escuchar To Be Kind, pero es raro que un disco te haga sentir lo que TBK te hace sentir y en ese sentido, es completamente válido sentirse un poco intimidado por escucharlo muy seguido. Adicionalmente notarán que no hay canciones de este disco incluídas en la playlist ya que todo lo aquí presente es demasiado diferente que no encontré como hacerlo conectar en el fluir de las canciones.

 

2. Weezer - Everything Will Be Alright in the End 

Casi tan inesperado como un gran disco de una nueva banda que nadie conoce, fue el hecho de que en 2014 Weezer regresara con un disco tan bueno y competente como este. En gran parte se debe a que rompieron su racha de casi un disco al año, y dejaron descansar su "creatividad" desde Hurley de 2010. En ese entretiempo ocurrió el Weezer Cruise, donde la banda se fue en un crucero con algunos de sus más fervientes fans dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero por verlos tocar cada noche en el mar. En este tiempo revisitaron los que siguen siendo sus mejores álbums y dos de mis discos favoritos de todos los tiempos: el Blue Album y Pinkerton. Además tuvieron la oportunidad de conversar con estos fans para los que como a mí, estos primeros discos significan tanto. EWBAITE y el siguiente álbum que les adelanto estará en el top 10 de 2015, pueden no estar a la altura de su etapa noventera, pero es un más que bienvenido regreso que sin embargo, el resto de la década probará que la mejora en la calidad no sería permanente. 

 

Y como siempre, antes de llegar al número uno, algunas menciones honoríficas sin ningún orden en particular:

War on Drugs - Lost in the Dream / D'angelo and the Vanguard - Black Messiah / Leonard Cohen - Old Ideas / Arca - Xen / Caribou - Our Love / Flying Lotus - You're Dead / Jack White - Lazaretto / Javiera Mena - Otra Era / Calle 13 - Multiviral / Mitski - Bury Me at Makeout Creek

1. Sharon Van Etten - Are We There 

Majestuoso disco y el mejor trabajo que ha hecho Sharon Van Etten hasta el momento. El resto de sus discos son muy competentes, pero aquí se logró aglutinar el sentimiento de longing (¿nostalgia?), que sin embargo logra dejar entrar la luz en la oscuridad. En ese sentido, la portada del disco ilustra muy bien su contenido: claridad-oscuridad, libertad-confinamiento y un clasicismo a los mejores singer-songwriters de los 60s y 70s. He escuchado este disco numerosas veces desde el 2014, suena muy bien manejando solo, y aun lo disfruto igual que en aquel entonces y le voy encontrando nuevas capas con cada escucha.

 

Y bueno, así termina un año más de repaso. Debo agregar que este ha sido de los años que más me ha costado llegar al top 10 (y noten la relativamente corta lista de menciones honoríficas), e incluso me ha costado un poco más completar la playlist, lo cuál a decir verdad atrasó al menos en otro mes la publicación de esta lista, pero que al final creo logré hacerla bien. A diferencia de otros años, este año no tengo una canción favorita que destaque, tanto los discos de Weezer como de Sharon Van Etten los disfruto de principio a fin y no hay ningún Afterlife o On Melancholy Hill. Espero el 2015 sea más manejable en varios sentidos.

 

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