Y se nos fue la década: Los mejores discos de 2011
Y bueno, no me sorprende que el tiempo siga corriendo y me vea en aprietos para terminar de repasar los 10 años de esta década (2010-2019) antes de que esta termine en diciembre... 2010 se me hizo más fácil porque ya tenía una lista preliminar bastante definida en mi cabeza. 2011 es el año que ingresé a la Universidad y de repente tenía menos tiempo en mis manos y menos música en mis oídos. De acuerdo a Last.fm, me la pasé escuchando R.E.M., The Smiths y Los Beatles y mis canciones más escuchadas fueron un empate entre Please Please Let Me Get What I Want de The Smiths y Autumn Sweater de Yo La Tengo. Rateyourmusic, mi página de cabecera, cuenta una historia un poco más parecida a la que les presentó acá.
Para el listado de 2010, ya estaba familiarizado con los discos más aplaudidos del período, pero debo admitir que para esta lista tenía varios que escuché apenas una vez. Al final es innegable la influencia que tiene la familiariedad al momento de escoger el top 10. Y bien parece que esta entrada servirá más como "10 buenos discos de 2011" más que "los mejores discos de 2011". Y al igual que en la entrada pasada, al menos denle una escucha a la playlist pues creo que está bastante competente.
Otras opiniones: Grammy: Adele - 21
Pitchfork: Bon Iver - Bon Iver, Bon Iver
Stereogum: Girls - Father, Son & Holy Ghost
Consequence of Sound: St. Vincent - Strange Mercy
Rolling Stone: Adele - 21
Mojo Magazine & NME: PJ Harvey - Let England Shake
10. Danny Brown - XXX
Hay dos artistas grandes de hoy del género hip-hop y R&B que se quedaron apenas afuera de la lista con sus primeros trabajos discográficos. Por el lado de Compton, Kendrick Lamar comenzó fuerte con Section.80, pero ese disco sería apenas el comienzo de la carrera de quizá el artista más importante de estos diez años. Aquí por solo tener que quedarme con 10 discos, pues pasa a las menciones honoríficas. Por otro lado tenemos a Abel Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd y aun algunos años apartado de su breakthrough comercial en 2015. Casi me siento snob de decir que yo descubrí a The Weeknd antes que la gran mayoría, ya que fue con tres mixtapes lanzados en 2011 que este cantante y compositor dio a conocer su atmósfera de drogas y sexo que caracterizan su música.
Sin embargo, el mejor disco de hip-hop del 2011 corre sin duda a cargo de Danny Brown, otro de los artistas más regulares de esta década. Junto con Lamar, Danny Brown posee un estilo vocal particular, más Eazy-E que Ice Cube y nos cuenta de manera semi-conceptual sobre el decaimiento de Detroit. Inspirado por la música de Joy Division mientras grababa este disco que conscientemente hizo esperando buenas críticas, el sazón post-punk únicamente se hará más evidente en sus trabajos futuros.
9. James Blake - James Blake
James Blake, no el tenista sino más bien el cantante inglés de Blue-eyed soul ha tenido una de las carreras más interesantes en esta década. Comenzó dándose renombre con una serie de EPs que presentaban una visión alternativa y mucho más interesante del dubstep tan popular en esos años. Esos Eps siguen siendo lo más experimental que Blake ha lanzado, ya que sin llegar a alcanzar el éxito crossover de The Weeknd o Kendrick, Blake fue cada vez tratando de pulir más su sonido para hacerlo más digerible a las masas, lo que eventualmente lo llevó a colaboraciones con raperos, Beyoncé y en su más reciente lanzamiento, Rosalía.
Sin embargo, su homónimo debut es al menos en mi óptica, su mejor trabajo. Un blue-eyed soul pausado, ambiental, relajante con su toque de inquietud. Creo que James Blake no ha vuelto a ser más sincero que en este primer trabajo.
2011 fue un gran año para las artistas femeninas, quienes en los siguientes años únicamente acentuarían más el hecho de que son la punta de lanza en lo que refiere a experimentos con el formato de la música rock. Quedándose apenas a fuera de la lista tenemos a St. Vincent y EMA, pero logrando infiltrarse en el puesto número 7 tenemos Merrill Garbus, mejor conocida como Tune-yards (y no pretenderé respetar el estilizado más allá del título). Si bien su música es más pop que rock, esta se inclina más del lado de lo inclasificable, debido a la originalidad de su sonido sinfónico de caricatura en ácido. Birdbrains, el primer disco de Garbus se resaltó en su momento por haber sido grabado desde la computadora de su casa con el programa Audacity. Para este su segundo disco, la artista ya tuvo acceso a un estudio profesional para poder pulir su loca propuesta.
7. Fleet Foxes - Helplessness Blues
Con solo tres discos en sus más de diez años como banda (sin contar haber engendrado el spin-off que es Father John Misty), Fleet Foxes ha marcado época, dándole vida a un género que parecía destinado a las estaciones en línea de alguna montaña canadiense. Robin Pecknold y compañía hicieron comercial y críticamente viable el indie folk sin la parte de "folktronica", que parecía inevitable la década anterior.
Si bien su primer trabajo epónimo, junto con su EP acompañante son los trabajos más inmediatos de la banda, Helplessness Blues exige un poco más de tiempo. Aquí la banda se queda un poco corta en la melodía, pero aumenta la ambientación y la experimentación para demostrar que cada disco es para expresar algo importante y no solo para cumplir con una cuota de lanzamientos.
6. Babasónicos - A Propósito
No es mi intención explícita incluir únicamente/por lo menos un disco es español por año (aunque bien no será raro que así pase), pero si hay uno que indudablemente se lleva este puesto para el 2011 es el décimo álbum de la banda argentina Babasónicos. Imponiéndose sobre buenos competidores como La bala de Ana Tijoux y el mismo MTV Unplugged de Zoé, Babasónicos presenta su mejor trabajo desde Infame de 2003. Curiosamente, esta es muy probablemente la única banda de estas listas que he visto en vivo en el ya lejano 2008. Como parte de un festival donde la mayoría habían llegado a ver a Incubus, Babasónicos no logró prender en el público y casi que fueron abucheados. Es una pena porque reconozco que el estilo y humor de esta banda no es el más fácil de apreciar y mucho menos fuera de su natal Argentina. Con A propósito, Babasónicos logran mezclar excelentes baladas, con excelentes tracks "bailables" de esos que ya se han vuelto usuales en cada uno de sus más recientes trabajos. Escuchen sin prejuicios.
Si miro improbable el poder terminar con este proyecto de 10 discos por año de los 2010s, veo mucho más lejana la posibilidad de hacer una lista de las 10 mejores películas de cada año (aunque deberían de saber de que lo intentaré). Sin embargo, siempre hay ocasiones en que lo musical se mezcla con lo fílmico. Mi soundtrack favorito del año pasado fue el trabajo de Trent Reznor y Atticus Ross para The Social Network, y si bien este año lograron repetir con un muy competente soundtrack para The Girl with the Dragon Tattoo, la banda sonora más representativa corre a cargo de Cliff Martinez. La verdad no tengo idea quien es, pero casi estoy convencido que Drive de Nicholas Weding Refn sería una película mediocre de no ser por su destacada banda sonora, ambiental y llena de sintetizadores que casi te hacen ver las luces de neon frente a tus ojos, más una tríada de canciones como tal de otros artistas que no desentonan para nada con la estética. La influencia de esta película se trasladaría a los videojuegos con una especie de adaptación no oficial llamada "Hotline Miami". En esta misma línea sonora encontramos el lanzamiento Hurry Up, We're Dreaming del artista francés M83, el cual contiene la mejor canción del año a mi parecer, si bien un poco gastadita por los medios: Midnight City.
Muy en la línea de Fleet Foxes, Justin Vernon y su proyecto Bon Iver regresaron en 2011 con su segundo trabajo discográfico después de un alabado debut. Vernon sin embargo no se desvió mucho del camino que había trazado (para eso habrá que esperar un par de años más). El sonido en este álbum homónimo desarrollo sobre lo encontrado en For Emma, Forever Ago a tal punto que llegó a ganar el Grammy a "Mejor álbum alternativo" del 2011, galardón que la banda en su momento vio de menos. Bon Iver, Bon Iver es un disco compacto, agradable y con mucha alma. Denle una oída si aún no lo han hecho y si sí, pues también porque este año se viene el cuarto disco.
Retomando el argumento de que las mujeres en el rock han despuntado y tomado la batuta en esta década, encontramos a Polly Jean Harvey lanzado lo que en consenso fue el mejor disco del 2011. Obviamente, Harvey trae a la escena algo que las artistas mencionadas anteriormente no tenían en aquel entonces, una larga trayectoria musical. Polly Jean tenía ya dos décadas de ser relevante en la música y con Let England Shake anuncia su propósito de seguirlo siendo desde su título. Si bien el otro trabajo de Harvey en esta década generaría expectativa, no llegaría a cumplir. Pero tenemos este su octavo disco para poner al lado de sus mejores trabajos.
No se mucho que decir sobre su concepto, entiendo que el disco es confrontativo, pero la política inglesa más allá del revuelo que causaría el Brexit a nivel mundial en un par de años, es bastante ajena a este hemisferio. Aún con ese aislamiento, el disco se sostiene en base a un buen y variado estilo musical.
Hace poco revisé mi lista de mis discos favoritos del año elaborada en 2011, o muy probablemente inicios de 2012. Como dejé entrever al inicio de este post, la lista no es tan diferente a la presentada, el primer lugar sigue siendo el mismo, Fleet Foxes, Bon Iver, Babasónicos y James Blake siguen estando en el top 10. El salto más impresionante sin embargo lo dio Foo Fighters con Wasting Light, disco que llegué escuchar años después como parte de un juego de reseñas y vaya que me sorprendió. Hay que decirlo, Foo Fighters es una banda de canciones. Con himnos de la música alternativa tanto en los 90s como en los 2000s, es hasta Wasting Light que encontramos su mejor trabajo discográficos (claro, si ignoramos la compilación Greatest Hits de 2009). Si bien difícilmente podría ubicar estas canciones en un top 10 de la banda, su constancia es su mayor atributo, además que aquí se marca el regreso de Pat Smear a la banda y esa tercera guitarra se hace sentir. Foo Fighters pasaría a tener dos lanzamientos más en esta década, Sonic Highways que es una excelente serie, pero un disco mediocre, con canciones forzadas, largas y aburridas y Concrete & Gold, un disco que en su momento dejé pasar, pero que al redisfrutar de Wasting Light quizá debería reconsiderar.
Antes del número 1, algunas menciones honoríficas, incluyendo las ya mencionadas dentro del texto y sin ningún orden en particular:
St Vincent - Strange Mercy / Kurt Vile - Smoke Ring for My Halo / M83 - Hurry Up, We're Dreaming / Trent Reznor & Atticus Ross - The Girl with the Dragon Tattoo OST /Joyce Manor - Joyce Manor / Mastodon - The Hunter / Adele - 21 / Cults - Cults / Kendrick Lamar - Section.80 / Ana Tijoux - La Bala / Radiohead - The King of Limbs / R.E.M. - Collapse Into Now / Zoé - Música de Fondo: MTV Unplugged / Los Tigres del Norte & Friends - MTV Unplugged / Destroyer - Kaputt
Y es así como llegamos al final del segundo año de la década y al que desde 2011 considero el mejor disco del año. Conocí a Girls cuando salieron en 2009 con su debut simplemente llamado Album. Un excelente EP después la banda traía su tercer en tres años, y fácilmente me atrevo a decir que su mejor y más maduro. Girls estaba para cosas grandes, fácilmente hubiese apostado por ellos como la banda que iba a mantener vivo el rock durante la década. Por suerte no lo hice ya que me hubiese pasado lo mismo que cuando aposté que Hellary ganaría las elecciones porque no había forma que el mundo permitiría a un triste payaso hacerse cargo de la nación más poderosa del mundo. La historia de Girls es que la banda rompió meses después del lanzamiento de Father, Son & Holy Ghost y su cantante Christopher Owens se lanzó a una carrera solista que pude seguir por los primeros lanzamientos mediocres que dejaban claro que la genialidad de Girls y de este disco en particular residía en gran parte en el trabajo musical de Chet JR White. Owens por su lado parecía destinado a convertirse en una figura a lo Kurt Cobain, físicamente parecidos, su camino por la senda de la adicción parecía terminaría con su vida antes del cambio de década. Al final ambos artistas irían descendiendo en el olvido y pues es solo cuestión de tiempo de que se reúnan, aún y cuando 3/3 sea un record envidiable para cualquier banda.
Hablando de Father, Son & Holy Ghost en particular, curiosamente es un disco muy parecido al de Babasónicos, con una propuesta que sin olvidar los infecciosos singles de sus trabajos anteriores, no le temía a experimentar con sonidos diferentes, incluyendo los muy efectivos coros gospel y trabajos en la guitarra cuyo epítome es Vomit, una de las mejores canciones del año.
La mayor decepción: No sé si llamarla así porque eso nunca fue buena idea, pero Lulu de Lou Reed y Radiohead es realmente un discos para agarrarse la cabeza y dar pena ajena de que ese adefesio sería lo último que haría en vida el gran Lou Reed.
Mi canción favorita del año: M83 - Midnight City
Comentarios