Cronicas del Hitchhiker: Savonlinna-Mikkeli
En realidad no los use como mucho. Fuera de la carreterra el sonido de la naturaleza es lo mejor, y la etiqueta hitchhiker no me permite hacerlo en el carro.
Cuando me fui a dormir, el sol aun brillaba, para aquellos que no viven en Finlandia, esto aún significa que eran las 9 de la noche, 3 horas antes de mi horario normal de dormir. Después de haber puesto la alarma para las 5:20 AM, las cosas no se podian parecer más a un día de clases en Dowal. Cuando de repente me encontré en mi casa en Honduras, donde todos estaban muy preocupados por el terremoto horrible que estaba sucediendo. No recuerdo muy bien sobre el sueño, pero estaba contento cuando la alarma me puso fuera de mi pesadilla. 5:20 de la mañana, tan temprano, y realmente no lo pensé dos veces acerca de no hacer mi plan, tome mi desayuno y mi mochila, ya preparada desde el día anterior.
Una vez encaminado, con mi ruta impresa de Google Maps, y un conjunto de instrucciones simplificadas en español. No había mucho tráfico en ese momento, y las pocas veces que traté de conseguir jalon, no pude, pero no es como que traté mucho, pues también quería caminar un poco. Siguiendo las instrucciones de Google Maps, tuve que dejar la carretera principal durante un par de kms, donde vi dos pájaros carpinteros, me moje los pies caminando sobre un charco congelado (no muy congelado), y obtuve mi unica desviación, cuando camine unos 300 m en la direccion equivocada, pero fui capaz de darme cuenta y regresar. Después de salir de esta ruta y volver a la carretera principal, me encontré en una gasolinera. "Ya consegui jalon", pense. Entré, me compré una taza de café, saqué mi carnet de ICYE y la copia de aquel dia que apareci en el periódico. Al principio me sentía tímido, algo que un hitchhiker no puede ser, por lo que tuve que vencer esa actitud y ponerme a preguntar a los ahi presentes si iban en mi direccion. Nadie iba hacia Mikkeli o Juva. Me quedé fuera de la estación por un tiempo, cuando una mujer se acercó, saludó, entró en la tienda, compró un poco de cerveza, se despidió y se fue. Estaba empezando a sentirme un poco molesto, y habiendo caminado ya 4 horas, me dije que si no llegaba a Juva antes del mediodía, acabaria por darme la vuelta y volver a Savonlinna.
El momento horrible en el que me percate de lo poco que habia avanzado en horas de estar caminando.
Segui caminando, haciendo paradas cada dos estaciones de bus, y esperar allí por un tiempo, cuando no tan lejos de la estación de gasolina, un coche realmente se detuvo. El tipo que lo conducia no iba a Juva, pero podría ayudarme con algunos kms en esa dirección, pues él iba a Rantasalmi. Este individuo había vivido en Inglaterra durante más de un año, y tocaba la guitarra y coros en una banda de rock, la cual he buscado encontrar, sin resultados. Él me explicó cómo era más comun ver hitchhikers hace unos años, pero que yo era el primero en mucho tiempo que él había visto. También me conto sobre una leyenda urbana que dice que después de la disolución de la URSS, circulaba ka historia de el Ruso que pedia un paseo, para luego matarte y enterrarte en el bosque. Por supuesto, este tipo de cosas en realidad nunca ocurrieron, pero hay personas que en realidad lo creen.
Nos despedimo en Rantasalmi, y de allí fue otra larga caminata, hasta que finalmente, cuando estaba bajo una tormenta de nieve, un tipo paró al leer mi letrero que decía "Juva" (tuve que cambiar constantemente los letreros, para probar cuáles funcionaban mejor). Su coche, un viejo Mercedes Benz, tenia el sistema de calefacción al máximo, y había un olor a caballo, que normalmente se asociaria con el hitchhiker y no con el conductor. Sin embargo, el tipo era una buena persona, aunque no hablaba Inglés, fue una buena práctica de mis habilidades con el idioma finés. Él pensó que venia del Japón, y que Honduras estaba en África; hablamos de mi viaje, y él confesó nunca haberse subido a un avión.
Al contrario de lo que puedan pensar, las tormentas de nieve, no son algo malo, pues se supone que los conductores toman compasion de verte en esas condiciones. Suerte con los helados corazones fineses.
El tipo me dejó en otra estación de gasolina en Juva, donde había una fiesta de cumpleaños para niños. Entré a probar suerte, pero como no había nada que quisiera comprar, volví afuera, y dejé el cartel que decía "Mikkeli" visible. Cuando en eso vino un tipo a la estación, bajó de su coche, leyó mi signo e intercambiamos algunas palabras en finés, las cuales comprendí completamente y luego entró en la tienda. Me habia dicho que no iba a Mikkeli, pero que a unos 3 kms, había un lugar con una mejor posibilidad de conseguir un jalón. Así que tuve que esperar 10 minutos mientras él entraba la tienda y yo tomaba mi almuerzo (un sandwich hecho en casa). Este fue un corto paseo de 5 minutos. "Todo el mundo habla Inglés en Finlandia, pero el Inglés malo", dijo el tipo tras tomar nota de mi acento "americano", en contraste con el acento británico común en Europa.
Así que me dejó cerca de una estación de gasolina ABC, en una parada de autobús en la carretera principal, que al menos estaba cubierta y con mayor transito de vehiculos. No pasaron cinco minutos cuando un camión de gasolina se detuvo, pero no sé si de broma, o tal vez porque no había leído bien mi letrero, arranco nuevamente. La tormenta de nieve comenzó a golpearme de nuevo, y no había forma de que otro coche se detuviera, hasta después de unos 20 minutos, un auto se detuvo. Sin dudarlo me subí; era una madre Rusa con sus dos hijos y dos sacos de grano en el asiento del pasajero. Me senté de nuevo y este fue el viaje más silencioso, ya que ella no hablaba Inglés, y yo no hablo ruso, además de hablar de detrás hacia delante parecia un poco incómodo. La etiqueta del hitchhiker dice "lea un libro".
Esta mujer me dejó en las afueras de Mikkeli. Había llegado! El reloj marcaba las 16:00, casi doce horas después de mi partida. Bien y podia darme la vuelta y regresar a casa, ya que no tenía lugar donde dormir en Mikkeli. Pero eso no era el punto, y encontre mi camino hacia el centro de Mikkeli, donde se suponía que encontraria un mercado, pero solo encontré un enorme agujero en el suelo. Iba a aprender más adelante, que ahi se encuentran construyendo un parqueo subterráneo. Caminé por la ciudad, ví todo lo que había que ver, la torre de observación, la iglesia, los museos (todo desde el exterior), y mi objetivo final, el carruaje de Mannerheim. Le pregunté al respecto a unos jóvenes empleados en una tienda, y ninguno de ellos sabía de lo que estaba hablando. "Mannerheim? Debe estar en el museo". Relei mis notas tomadas de Wikipedia, y vi que debia estar en una vía secundaria en la estación. En efecto, ahi lo encontré, aunque las imágenes de la reunión de Mannerheim con Hitler no estaban visibles (a lo mejor y no estan tan orgulloso de eso).
El carruaje de Mannerheim! Mission completada!
Fue ahi cuando comencé a pensar en mis posibilidades de encontrar un lugar para dormir. No en la casa de Partti Elisa, Tilman Bauer, o Emma Juvonen, porque nunca respondieron a mis peticiones de Couchsurfing. Jodanse! Pude haber muerto ayer congelado, si no tienen tiempo para Couchsurfing (sólo responder y decir "no"), por favor, eliminen sus cuenta. Así, con esas opciones no disponibles, busque y encontre un buen lugar fuera de la biblioteca, que habría sido mi última opcion. Asi que empeze a llamar amigos en Savonlinna, que a lo mejor y me podían encontrar un lugar para dormir con sus familiares o amigos. Las cosas no se miraban muy bien, cuando vi un autobús saliendo hacia Savonlinna. Me acerqué y le hice unas preguntas al conductor, ¿Cuánto a Savo? ¿Cuánto hacia Juva? ¿Es este el último autobús? ¿A qué hora sale el primer autobús mañana? Después de haberme contestado estas preguntas, me di cuenta que estaba 1 € corto del pasaje a Juva, casi la mitad del camino. "Una última pregunta ", le dije y le expliqué mi situación. El conductor, muy amablemente, me dijo que estaba bien. Entré y estaba en camino a Juva, donde yo realmente esperaba que el conductor que me dejara quedarme hasta el final de la ruta, pero no lo hizo, de todos modos era una buena persona.
Una vez en Juva, vi el cementerio (lugar recomendado si te toca dormir en la calle), y probe suerte cerca de la gasolinera donde me había dejado mi segundo jalón. Me di cuenta que dos caminos se unian a un par de metros más adelante de donde me encontraba, así que decidí caminar hasta la siguiente estación, esperando que la gente que venia de esos cruces fuesen más generosos. Tuve que esperar un rato bajo una tormenta de nieve, pero finalmente conseguí otro jalon. No fue sorpresa que nuevamente fuese una mujer rusa, que no sólo me movio 60 kms hasta Savonlinna, pero me dejó en la puerta de SKO, donde ella había trabajado durante dos años en la enseñanza del idioma ruso. Durante el viaje empezamos a hablar en finés, y comprendí, pero luego cambiamos al Inglés, y platicamos de lo que estaba haciendo aquí en Finlandia, que ocurre, esta relacionado con su trabajo, ya que ambos trabajamos con inmigrantes. Además, sin segunda intención, le conté acerca de mi situación económica, y mi problema en Helsinki con el Metro unos meses atras, y quede más que sorprendido cuando me dio un poco de dinero. "De ninguna manera! no puedo aceptar esto! Yo soy quien debería estar pagando". "Es sólo dinero", dijo.
Y así termina mi primera aventura haciendo autostop, la cual no puedo dejar de llamar un éxito rotundo, y que solamente me motiva con respecto la gran aventura que me espera en mayo. Espero que todo funcione asi de suave.
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